Una de las cosas que más me sorprendió de la Feria de Bolonia el año pasado fue la cantidad de ilustradores. Es increíble, salíamos de debajo de las piedras.
Este año, no sólo me ha parecido que éramos un montón, sino que vamos a la la feria a que nos digan "no": que no tienen tiempo, que no miran portafolios, que no es eso lo que están buscando, que ahora no...
La mayoría de las editoriales van a la feria a comprar y vender derechos, no a entrevistar a ilustradores. Pero algunas establecen un día de puertas abiertas para ilustradores, otras tienen a una persona dedicada en exclusiva a ver portafolios, y otras, aunque digan de primeras que no miran trabajos, sí que los acaban mirando.
Así que para alguien que está empezando a meterse en el mercado (como es mi caso) ir a la feria es duro, pero creo que vale la pena... Siempre cae algún "sí". Además, de los "no" también se aprende.
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Last year, I thought that one of the most surprising things about Bologna's Book Fair was the amount of illustrators. It was amazing, we were everywhere.
This year, I thought there were a lot of us and that we were going to the fair to be told "no". "I don't look at portfolios, I don't have time, not now, this is not what we are looking for..."
Most publishing houses go to the fair to buy and sell rights, not to interview illustrators. Nonetheless, some of them have "open hours for illustrators", others have someone exclusively in charge of looking at portfolios, and others say they won't look at work but end up doing it anyway.
So for someone that is getting into the market (like myself), going to the fair it's a hard experience, but it's completely worth it... You'll get at least one "yes". And anyway, you can also learn from the "no".